1
- ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática
y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
Creo
que entiendo la poesía como una indagación en la experiencia vital,
sea ésta fingida o verdadera, y como una búsqueda de conocimiento
sobre las coordenadas básicas del presente histórico. Los
argumentos y la forma de escritura son frutos de una tradición
literaria de la que todos somos parte, así que creo poco en lo
intuitivo y mucho en la lectura. Sin formación previa, no es posible
escribir.
2
- Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan
siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe
habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cual es tu
caso?
Cada
escritor expresa sus variaciones y reincidencias con una voz
personal. Y ese es el sentido que tiene ese pensamiento de Borges de
que todos escribimos el mismo libro. Los poemas varían, postulan
perspectivas distintas y enfoques diferentes; unos son elegíacos,
otros crepusculares, aquellos optan por el enfoque meditativo y otros
afrontan las asimetrías de la sociedad contemporánea. Por tanto,
son trazos diferentes que juntos recrean un único rostro, el del
poeta que los escribe.
3
- ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como
terapia para tus lectores o para ti mismo?
La
buena poesía está llena de efectos secundarios, que responden a las
sensaciones y al estado de ánimo de ese lector futuro que abre la
página. En algunos casos, habrá una fuerte complicidad emotiva, y
en otros un contrastado rechazo. Como escritor, nunca empleo la
poesía como catarsis; para eso están las vacaciones en paraísos
geográficos o las visitas al psiquiatra; la poesía no es un diván
ni una aspirina sino un ejercicio intelectual.
4
- ¿En qué modo el poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía
de la totalidad?
Hay
poemas trascendentes, que se alejan de las aceras rutinarias del
hombre común, y andan con pasos etéreos; y hay otros que proponen
un diálogo cordial y cercano con el otro para cruzar juntos por los
pasos de cebra de la complicidad; yo prefiero los últimos, me gusta
pensar que las poesía es un abrazo de palabras que busca el hombro
con hombro, sin pretensiones místicas.
5 - Musicalidad (con o sin
rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares
podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?
Todos
son necesarios, aunque pueden variar los porcentajes en cada autor.
La música diferencia a la poesía de la prosa y es un elemento
inherente y clarificador; pero el tema convierte al poema en un
recorrido pactado que se hace con ideas y no con palabras; por
último, no hay que confundir el lenguaje poético con el pan de oro
y la retórica del chatarrero verbal… Todas las palabras sirven o
no sirven al poema, según se las utilice…
6
- ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo,
corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el
lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
La
extensión del poema no es un referente de su calidad; hay poemas
largos maravillosos y esenciales de nuestra literatura; yo leo con
frecuencia dos por los que tengo una especial querencia: La casa
encendida de Luis Rosales; y Espacio de Juan Ramón Jiménez. Y hay
poemas cortos, o muy cortos como los haikus, que se convierten en
destellos de verdad y belleza. Claro, es más fácil usar el poema
corto para que caminen a buen paso lo emotivo, la intensidad, y el
interés lector.
7
- ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la
ausencia de monolitos generacionales como los del 98 o el 27?
En
cualquier momento histórico están presentes las generaciones, si
nos atenemos al tradicional esquema de la generación como núcleo de
autores que comparten las características de Petersen. La foto de
grupo suele buscarse al inicio de la carrera literaria, después se
prefiere el camino en solitario. Como sabes, yo he estudiado la
generación actual en la antología Re-generación (Granada,
Valparaíso, 2016) y en efecto, vivimos un momento de convivencia de
estéticas y de cultivo mayoritario del género.
8
- ¿En qué proporción el poeta debe vivir, más que escribir, o
viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en
su creación?
La
escritura, en mi caso, es identidad; fui un lector muy temprano y son
más de tres décadas dedicándome a la creación en todas sus
facetas; así que ambas son actividades yuxtapuestas, vasos
comunicantes que comparten auroras y ocasos. Y en ambas actividades
la ética forma parte integral de las palabras; soy un ciudadano que
escribe y que ejerce como tal con las preocupaciones y contraluces
del hombre de la calle, con esa honestidad de ser fiel a lo que
escribo y a lo que pienso.
9
- Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán
pedagógico?
He
sido profesor durante cuarenta años –exagero algún mes, en
realidad trabajé en el aula treinta y nueve años y nueve meses-
pero nunca escribo poemas con afán pedagógico; el poema llega y se
hace labor durante un tiempo, nunca pedagogía.
10
- ¿Cual crees que es la clave para hacer que un recital poético sea
atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de
poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización,
cualquier otro complemento)?
Los
actos poéticos admiten varios formatos y creo que en cualquiera de
ellos son eventos de interés minoritario; a veces se hacen ante unas
pocas personas pero en un clima mágico de intercambio de
sensaciones, y otras requieren música y estrategias que fomenten el
interés… Pero es un asunto menor, salvo para los editores que
buscan rentabilizar su inversión con plena justicia.
11
– La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
El
hombre es por naturaleza un ser social; de ahí que sea muy
importante publicar en editoriales que aseguren una buena
distribución, que los libros recorran bibliotecas y librerías. El
que escribe para uno mismo sueña con publicar su manuscrito cuanto
antes.
12
– Si te apetece, hazte tú mismo esta pregunta final y contéstala
(por supuesto).
Si
me permites, cambio esa hipotética pregunta por una afirmación de
gratitud y afecto por esta invitación a hablar de mi trabajo
literario. Así que muchas gracias de corazón por hacer de tu blog
una habitación hospitalaria.
Un fuerte abrazo y muy agradecido por tu invitación; seguimos caminando juntos en la amistad y en la escritura. Saludos cordiales desde Rivas
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