José Luis García Herrera en Wikipedia El blog de José Luis García Herrera
Presentación de "La semilla del óxido" José Luis García Herrera con su poema finalista en Segovia
1
- ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática
y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
La
primera pregunta es complicada de responder, al menos para mí. Diría
que mi poesía indaga sobre la existencia y sobre los diferentes
prismas del yo, con una mirada interior y hacia el pasado, hacia el
inexorable paso del tiempo.
Mi
poesía, en una gran mayoría de los casos y poemas, surge de manera
espontánea y mi estilo, si se puede decir que dispongo de un estilo,
se ha ido forjando a través del tiempo y de las diversas lecturas
que me han ido acompañando. He manifestado -y lo sostengo- que soy
deudor de la poética de Vicente Aleixandre. En su día, cuando aún
era más aprendiz de poeta que hoy, fue como una revelación y una
especie de guía.
2 - Así como
los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo
cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está
elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?
No
lo ceñiría a un único y mismo poema, pero sí a una serie de temas
en los que el poema se siente más cómodo a la hora de abordarlos y
más afín a su poética.
Sí,
yo estaría dentro de esta tipología de poetas, de los que andamos
siempre a vueltas de temas recurrentes. En mi caso, el paso del
tiempo y la necesidad de plasmar la vida entre unos apretados versos
serían las bases sobre las que se sustenta gran parte de mi obra.
Siempre he envidiado -y envidio- a los poetas con facilidad para
cambiar de temas y registros. Como el Alberti de finales de los años
20 (La amante, Cal y canto, Sobre los ángeles,...).
3
- ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como
terapia para tus lectores o para ti mismo/a?
Para
mí, indudablemente, sirve como ayuda y como terapia. A partir de
aquí, siempre es complejo interpretar en qué medida puede servirle
a los demás. Yo creo que, como mi poesía aborda temas comunes para
una gran mayoría de personas y lectores (reales y posibles) pueden
encontrar hilos de unión y de comunión con el mundo que recojo y
expreso.
4
- ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía
de la totalidad?
Si
te soy sincero, no sé muy bien qué significa una poesía de la
totalidad. Lo que sí debe, en mi opinión, es tender hacia una
poesía honesta. En primer lugar, con uno mismo. Las imposturas, al
final, acaban por enterrar la verdadera poesía. Y, pese a que Pessoa
dejara escrito que "el poeta es un fingidor", las emociones
deben estar siempre basadas sobre una experiencia propia. Si no, al
final, el poema suena a hueco, a vacío, a la nada envuelta de
artificios.
5
- Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de
cual de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así,
seguir teniendo calidad?
En
mi caso, en mi opinión, el contenido es la base sobre la columna
vertebral del poema. Sobre él podemos construir música y riqueza de
lenguaje. Pero si no hay contenido, si no hay la "comunicación"
que destacaba Aleixandre, el poema se convierte, en mi opinión
insisto, en una estructura intrascendente. Si el contenido, por
supuesto, viene acompañado de un lenguaje poético excelente y de
una musicalidad precisa estamos, evidentemente, en un camino que
asciende -o eso anhela- hacia la perfección.
6
- ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo,
corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el
lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
Hay
poemas que precisan de brevedad, de estructura minimalista. Y otros
poemas que requieren de un amplio desarrollo, de un discurso más
elaborado y prolijo. La cuestión, la difícil cuestión, es saber
determinar cuándo el poema precisa ser plasmado de una manera o de
otra.
No,
no creo que el paradigma sea delegar en el lector la interpretación
del poema. O sea el paradigma del buen poema. Cada lector, en
general, suele aportar matices que escapan al autor y, por tanto,
abordan una interpretación distinta. En mi opinión, el paradigma
del buen poema es la necesidad que tiene el lector de leerlo una
segunda vez, o una tercera... y no para interpretarlo sino para
disfrutarlo plenamente.
7
- ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la
ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?
La
verdad, no sé si favorece o no favorece la ausencia de generaciones
monolíticas. Pero desde la generación del 27 todas las posteriores
han sido más un compendio de períodos de tiempo que no de ideas o
de poéticas. Creo que la gran variedad de temáticas y propuestas de
hoy día genera dispersión y, en cierto modo, confusión.
8
- ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o
viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en
su creación?
En
poesía, quizá más que en otras disciplinas literarias, la
honestidad es, si no imprescindible, si altamente necesaria.
Obligatoriamente no precisas haber vivido sobre lo que escribes, pero
si debes, como mínimo, haber vivido una situación análoga. Cuando
nos adentramos en el mundo de las emociones y de las sensaciones, y
de la transmisión de las mismas de una manera directa y abierta, la
honestidad contribuye a que el lector entre en ese círculo de
complicidad que la poesía exige.
9
- Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán
pedagógico?
En
ninguna medida. Cuando escribo intento expresar aquello que a nivel
personal me acontece. Si después se pueden conclusiones de índole
pedagógico son enteramente ajenas a mi intención.
10
- ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético
sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad
de poemas a leer, número de presentadores o lectores,
temporalización, cualquier otro complemento)?
Todas
las cuestiones que propones en la pregunta son parte de la clave.
Encontrar la medida, el equilibrio, es parte del éxito. En un
principio, la clave, creo, es que el poeta y su poesía tengan un
amplio reconocimiento (es decir, que no acudan únicamente familiares
y amigos). Es decir, acudir a la presentación de un poeta que te
interesa, ya es atracción suficiente. Después, claro, está que el
poeta sepa conjuntar el recital para que el público salga
satisfecho. Pero lo importante, en el fondo, está en la poesía. Si
llega al lector, al espectador, al oyente, permanecerá en su
recuerdo.
11
– La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
Siempre
empiezo escribiendo para mí, o con la necesidad de satisfacerme o de
desahogarme. Cuando escribo es para mí. Sólo cuando reescribo,
cuando analizo y matizo aspectos del poema, pienso o escribo para los
demás.
12
– ¿Qué te llevó a escribir poesía y cuándo crees que dejarás
de hacerlo?
Hace
tantos años que escribo poesía que, ciertamente, he llegado a la
conclusión de que no sé hacer otra cosa. Cuando era adolescente, la
influencia de mi profesor de Literatura y el desamor, me llevaron
hacia los terrenos pantanosos de la poesía. Y aquí sigo,
debatiéndome por no hundirme y sobrevivir.
No
sé cuándo escribiré mi último poema. Envidio a aquellos amigos
(que alguno hubo) que dijeron "hasta aquí he llegado". Una
retirada a tiempo siempre es un triunfo. Pero me temo que estoy
abocado a los fracasos y nunca dejaré de escribir poesía.
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