Rosario Troncoso en Wikipedia Blog de Rosario Troncoso "El ático de los gatos"
Web de Rosario Troncoso en wordpress Entrevista a Rosario Troncoso sobre "Nuestra orilla salvaje"
1
- ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática
y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
A
lo largo de mi trayectoria, algunos críticos, lectores y amigos, me
han colocado etiquetas varias: poesía de la fragilidad, de lo
cotidiano, etc. No me agradan demasiado. Apenas tengo claro cuál
sería la definición adecuada para mi poesía, porque trabajo sin
pensar en ello. Me dejo llevar. Por eso en temática y estilo, mi
poética fluye, va surgiendo de forma espontánea, aunque en el
bagaje de mis lecturas diversas esta la base de todo lo que escribo.
2
- Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan
siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe
habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu
caso?
Cada
autor tiene un modo de entender y crear su obra, su propia voz
poética es única y distintiva. Lo esencial está en cada poema, en
todos y cada uno. Quizás hay poetas cuya voz está muy definida, muy
marcada, y eso conforma un eje común para todos los poemas. En mi
caso, intento buscar mi propia voz. Creo que lo voy consiguiendo.
Procuro trabajar los textos, dejarlos descansar, y retomarlos. Mi
objetivo es comunicar algo nuevo en cada libro, no sé si lo consigo.
Aunque obviamente, soy la misma, con mi propio estilo y todos mis
claroscuros están presentes de uno u otro modo, aunque desee
investigar otros cauces y formas.
3
- ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como
terapia para tus lectores o para ti mismo?
La
poesía es literatura, no terapia. Si bien es verdad, el género
lírico es el género de las emociones, los sentimientos. Me gusta
que la poesía conmueva, que me conmueva. Es el tipo de poesía que
me gusta leer, con la que disfruto. Y es el tipo de poesía que
quiero crear. Mi meta y mi deseo es que mis poemas conecten con el
alma de aquel que los lee.
4
- ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía
de la totalidad?
Cada
poema debe ser total, un universo completo e inabarcable. Así es
como entiendo yo la poesía. Quizás sean necesarias las etiquetas,
las clasificaciones, la unidad (temática, por ejemplo) en un libro
de poema para poder comprender, asumir. Pero la misión de la lírica,
la misión del poeta es conectar con lo sensorial y emocionar. No sé
si eso es realmente la totalidad: la emoción que nos mueve a todos.
5
- Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético. ¿de
cual de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así
seguir teniendo calidad?
Cuando
un poema es bueno, lo es, por encima de todo. La cuestión es que
cuando eso ocurre, por normal general, es porque hay contenido y
continente. La rima no es necesaria, a la vista está. En una estrofa
clásica sí, y eso lo saben los buenos sonetistas, a los que admiro
mucho por entrañar su labor una enormísima dificultad. Pero el uso
de la rima de forma indiscriminada es peligroso. El ripio y el
ridículo acechan.
El
lenguaje poético debe estar, debe ser. De lo contrario, y como diría
un buen amigo mío y gran poeta, el poema se convertiría en prosa
vertical.
Creo
que la enorme dificultad de trabajar la poesía reside en la búsqueda
de la calidad. Un poema de calidad es tremendamente frágil.
6
- ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo,
corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el
lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
Para
mí sí. La poesía que leo, la poesía que me gusta, es la que
persigue precisamente eso: la concisión. También hay enormes poemas
que son extensísimos. Claro que sí. Pero disfruto, sobre todo
últimamente, con aquellos textos que conectan directamente, que me
llegan y me remueven, desde la primera lectura.
Desde
el más profundo de los respetos, me considero juanramoniana, y es la
desnudez, la complejidad de lo más sencillo (creo que el reto más
complicado es acercarse a los temas universales de la poesía desde
un lenguaje cercano, y no precisamente fácil), lo que Juan Ramón
perseguía.
Pocas
veces se consigue.
7
- ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la
ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?
Hay
otro tipo de monolitos. Ahora los instagramers, youtubers, bloggers,
influencers, tonters y loquers (perdón), copan el tiempo y espacio.
Se está perdiendo la perspectiva de lo que es literatura.
Todo
es inmediatez y entretenimiento vacío. Eso pone en peligro cualquier
manifestación cultural. No hay grupos claros, y si los hay, se
diluyen rápidamente porque no tienen trascendencia. Ojalá me
equivoque, pero sobrevivirán pocos nombres cuando cese el ruido.
8
- ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir más, que escribir, o
viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en
su creación?
Es
preferible vivir a escribir. Nunca hay que dejar de vivir por
escribir. Todos los vicios son malos.
Bromas
aparte, los poetas y los escritores en general, debemos nutrirnos de
lo que el mundo nos ofrece, y buscar la esencia del entorno para
perpetuarlo en el poema. Y digo del entorno con toda la intención.
Solo es posible escribir con esa honestidad que sugieres, acerca de
lo que realmente se conoce. Puedo intuir lo que ocurre en Siria, e
intentar vertebrar un poema sobre esa realidad que no conozco. A lo
mejor, a nivel literario, técnico, logro un texto redondo. Pero no
late, no sangra, porque no lo he vivido.
Sin
duda, la emoción de lo que se huele, se saborea, se sufre, se ama,
se pierde, si se escribe, llega de otra manera. Todo lo demás corre
el riesgo de convertirse en eso que tanto me irrita: el postureo.
9
- Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán
pedagógico?
Nunca
me planteo escribir con afán de nada, esa es la verdad. Escribo a
ciegas, y dejo que el poema me tome a mí, y que me atraviese. Como
he afirmado más arriba, me gusta fluir. Una vez que el poema está,
aprende a andar, y se independiza.
10
- ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético
sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas,
cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores,
temporalización, cualquier otro complemento)?
La
poesía debe ser leída en la intimidad. A solas. Pero entiendo (como
espectadora, como asistente) que un recital de uno o varios poetas,
leyendo de forma continuada, durante una hora, puede convertirse en
soporífero. Llega un momento en que desconectamos. Y la desconexión
en poesía es mala cosa. Morimos de frío si vemos en el auditorio a
personas más pendientes de su twitter que de nuestros poemas, por
buenos que éstos sean.
Así
que creo que es positivo descansar, durante o después, con una copa
de vino, un poco de música y algo de convivencia. El equilibrio
elegante. El éxito es dejar con la miel en los labios, siempre
desear más, y no salir corriendo.
Es
necesario estimular, no aburrir, sin convertir un recital en un
espectáculo propio de José Luis Moreno en sus tiempos de esplendor
hortera.
11
– La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
Me
hacen mucha gracia esos poetas que empiezan y que afirman que no les
interesa que nadie lea lo que escriben, que no buscan el aplauso, que
no desean publicar. Tanta hipocresía me chirría profundamente. Y es
que años después, cuando me encuentro a esos mismos poetas sin
ánimo de ego, en antologías, festivales, actos por doquier y
hogueras de vanidades, ya no recuerdan cómo empezaron, o para qué.
Nadie
escribe para uno mismo. Y el que afirme esa tontería, miente. Y creo
que Zuckerberg lo sabe: hay quien se abre el perfil de Facebook y se
autodenomina autor, poeta, o “trabaja en poesía”, buscando
seguidores.
Servidora
escribe para que la lean, para conectar, para emocionar, para
provocar. Y también disfruto con el reconocimiento, con la alegría
de que un lector elogie tu trabajo. Me gusta compartir mi mundo con
los que quieran conocerlo. Y no me importa ser así de clara.
¿Egocéntrica? Por supuesto, pero de forma controlada y sana, para
crecer. ¿Sincera? También, aunque me cause problemas.
12
– Si te apetece, hazte tú mismo/a esta pregunta final y contéstala
(por supuesto).
¿Puedes
dejar la poesía? Lo he intentado, sobre todo en los momentos de
decepciones, sinsabores, traiciones, etc. Pero pronto me he dado
cuenta de que todo eso es “mundillo”, y no tiene nada que ver con
leer y escribir poesía. La poesía es otra cosa.
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