martes, 16 de octubre de 2018

Lo que opina Sergio Artero

Aquí tenemos las opiniones de Sergio Artero en respuesta a nuestro cuestionario.
Si queréis conocer algo más sobre él, aquí tenéis varias direcciones:
Sus logros poéticos (Currículum)   Recitando tres poemas  Escenificando "Índice de ingrávidos"
Entrevista sobre el Festival de Poesía Escénica  Sobre "Indice de ingrávidos" en elblogdemispoetas


1 - ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
No me concierne a mí, parafraseando a Louise Bourgeois, hacer la crítica de mi obra. Mucho menos una definición. En “Oversitura” hablaba de la “definición” como una “defunción”. De hecho, una definición de mi poesía intenta ser su falta de definición. En el libro citado digo:
“El exceso de forma es un formol / y a veces también un fármaco firmado / con más o menos tino, con-tinente / pero siempre acabado, con-finado.”

2 - Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?
Cada individuo sobre la tierra lee el mundo a su manera. Ya sabes, además, que etimológicamente “leer” es “escoger”. De modo que todos elegimos nuestras obsesiones, la realidad que más nos preocupa, que más nos interpela. A veces nos damos cuenta. A veces, aunque pensemos estar avanzando en un discurso, estamos dando vueltas sobre lo mismo, sobre los mismos temas. Sí, éste es mi caso.

3 - ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores o para ti mismo/a?
¡Horror! Mi escritura no pretende, de ningún modo, servir de terapia. En todo caso aspira a ser, con suerte, la enfermedad.

4 - ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la totalidad?
El poeta no “debe” nada, salvo “no deber nada”. Hay poesía, y gran poesía, de muchas maneras y su obligación es la pluralidad. Cada poeta ha de escribir de lo que quiera. Otra cosa es que, dicen, escribiendo sobre la uña de tu pie izquierdo estés también, de algún modo, describiendo la totalidad del Universo.

5 - Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?
De todo. Mira que el que mejor poema de todos los tiempos no se ha escrito nunca. El silencio es, todavía, insuperable.

6 - ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
Insisto: si autores como Hierro o Leopoldo María declaraban no tener pajolera idea de qué es la poesía, ¿cómo se va a saber qué es lo deseable para ella? Lo deseable es “ella”. Ella es el territorio pero un territorio sin mapas, misterioso, absolutamente cambiante. Un poco como la Zona en la peli “Stalker” de Tarkovsky. Una poética es sólo unas instrucciones del juego de cada cual pero jamás podrá ser una Ley.
En mi caso entiendo que fondo y forma son inseparables. Uno es otra y otro es una. El que lee, decía antes, elige. El que escribe, también. Y yo, escribiendo, elijo un ideal de lector. Pero no hay lectores ideales. Menos mal. Sería la perdición de la Literatura, su método kantiano.

7 - ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?
Lamento disentir de nuevo. No creo que haya tanta variedad en los temas. De hecho, pese a la gran fertilidad actual, pienso que los poetas tienden a volver a su concha, de espaldas a los intereses de la sociedad. Se me ocurren multitud de temas que no me he encontrado tratados, o muy pocas veces, por los poetas actuales. Por ejemplo, por decir alguno: el transgénero, el poliamor o el revivir de los nacionalismos facilones. Y, desde luego, hay un buen ramillete de monolitos. Bien agrupaditos y delimitaditos por el Grupo PRISA, por los Facebooks y por sus luchas de Poder. Monolitos de la pataleta, de la pedorreta y de poliespán.

8 - ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su creación?
En un 100%. Como cualquiera, vaya.

9 - Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?
Siempre lo hago. Pero siempre hacia mí mismo, vaya.

10 - ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización, cualquier otro complemento)?
El recital poético es un arte escénico. Teniendo esto en cuenta, no hay una respuesta única sino que la totalidad dependerá de la relación entre las partes. Eso sí, aprovecho para hacer una proclama: ¡dejad de acompañar los poemas con guitarritas y musiquitas así! La buena poesía no necesita “acompañamiento” pues sería como declarar que “necesita ayuda”, que “le falta algo”. Si hay palabra y hay música, esos dos lenguajes previos están orquestando un lenguaje “nuevo” sobre la escena y tendrán igual valor. Igual que se interpreta una partitura musical, se interpreta sobre la escena un texto (de poesía, en este caso). La poesía se da ahí. Ni está en la tinta ni en el papel ni en esta convención social que llamamos idioma. Se da en su lectura, es decir, en su interpretación. Por lo que ésta es lo más serio que hay. Respetémosla sin artificios vacuos.

11 – La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
Para mí por los demás.

12 – Si te apetece, hazte tú mismo/a esta pregunta final y contéstala (por supuesto).
Muchísimas gracias, Norberto, por tu amabilidad y pasión. Para acabar citaré de nuevo unos versos (de mi libro “Anhelo de miopía”) para resumir el triskelion poeta – poesía – lector:


“…del círculo de ambos / hemos hecho una atalaya un búnker / un museo donde apilar cenizas / cenizas que prender felices / al fuego que se fue / que es otro fuego / yo voy de mí a ti y tú a la inversa / y subrayamos el círculo perpetuos / siempre del incendio equidistantes / y vamos dando giros y más giros / teniendo a lo inefable acorralado / y el tiempo preocupado por perdernos”

1 comentario:

  1. A mi cuando era pequeño me ponían orujo y formol en el café.No sé si vale para algo esto que os digo.

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