jueves, 23 de mayo de 2019

Lo que opina Amando Carabias

En esta ocasión contamos con la opinión del poeta segoviano Amando Carabias, del cual podéis conocer más detalles en estas direcciones.



1 - ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
     Guadiana, intermitencia. Quizá uno no sea tan poeta como se pretende. Cuando llega, es una potencia imparable. De pronto, como agotado el manantial, desaparece. Entonces, desespero; luego me resigno y espero. En los años en que esa fuente mana, los poemas surgen espontáneos, con la espontaneidad de la vida que siempre los fuerza. Cuando el secarral me invade, da igual, aunque me lo proponga, es imposible.


2 - Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?
         Sí y no. Cuando un asunto te coge las entrañas es muy difícil escapar de él. A veces eres muy consciente de que reiteras vas y vienes sobre el tema, pero no puedes huir de él. Si se tiene suerte –de ahí el ‘no’- y descubres la reiteración, empiezas a usar las armas de la literatura para mostrar diferentes perspectivas. Aunque sigas en lo mismo, quizá no lo parezca.


3 - ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores o para ti mismo/a?
     A veces ha podido coincidir que los poemas o los poemarios sirven como terapia. Cuando escribí “Quizá un martes de otoño”, sentí que estaba curándome del dolor por la muerte de mi madre. Pero eso no pasa siempre. Y dudo que la verdadera poesía sea medicina, ni siquiera para el alma. Cuando la experiencia del lector coincide con la del poeta –lo que es habitual, pues a la postre no somos de pastas diferentes-, quizá algún verso pueda convertirse en pequeña caricia que alivie o refresque algún mal… Quizá, sólo quizá.


4 - ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la totalidad?
         No lo sé. Ni siquiera sé qué es poesía de la totalidad. El poeta se debe sólo a su obra, sólo debe ser obediente a ella, sea ésta de la totalidad o sea de apenas un rincón de su calle. Es más, intuyo que el modo más seguro de alcanzar la totalidad es explorar lo más ínfimo de lo más próximo.



5 - Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?
        De ninguno. Si acaso podría disminuir el contenido hasta adelgazarlo en pos de la transparencia. Pero dicho esto, ¿qué se entiende por musicalidad? ¿Versos medidos o estructuras que se repiten, aliteraciones de palabras, mezcla de todo ello? ¿Rimar sirve para dar musicalidad o es un arma tan delicada y poderosa que si se usa mal puede tornar el poema en sonsonete que convierte en ruido lo que debiera ser música? ¿Cómo definir lenguaje poético: por la semántica, por la sonoridad, por su forma de sugerir, por usar técnicas poéticas? ¿Te imaginas un pastel al que además se le añade miel? Muchos entienden lo poético como lo empalagoso, cuando suele ser lo contrario.



6 - ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
        A mi humilde modo de ver, acaso erróneo, uno de los males de la poesía contemporánea, una de las razones por las que el lector medio huye de ella es porque tanto se le ha desnudado que la hemos descarnado. Más que un desnudo apetecible de contemplarse y zambullirse en él, en demasiados casos los poemas parecen radiografías que sólo los especialistas pueden interpretar. Poesía para poetas, mal asunto. Se ha traspasado la frontera de la sugerencia. Quiero decir, el poema ha de ser sugerente, ha de facilitar que el lector introduzca parte de sí en los versos, pero no ocultarle tanto el sentido que parezca un laberinto. ¿Sencillez? Sí, pero sabiendo que estamos ante un poema, no ante cualquier texto cuyas líneas dispuestas en un libro son más cortas que las de la prosa.


7 - ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?
         Dudo mucho que los poetas hayan tenido conciencia generacional en un sentido tan cuadriculado como cuentan los manuales de literatura. Quizá, salvo el arranque de la generación del 27 en aquel acto organizado por Dámaso Alonso para recordar a Góngora, creo que cada poeta sigue su camino, como siempre ha sido. Agruparlos por generaciones es más cuestión de ayuda a situarlos en el tiempo y martirizar a algunos estudiantes. Si acaso, podría conceder, que las épocas –concepto amplio y ajeno al de generación- influyen en cuestiones más o menos formales. Se hace muy difícil pensar en un poema escrito durante el Siglo de Oro ajeno a una estrofa perfectamente definida por la teoría literaria. Hoy en día casi sucede lo contrario. Sin embargo los temas se repiten… Y se seguirán repitiendo: amor, soledad, muerte, justicia social, eternidad, traición, finitud o infinidad del ser, búsqueda de Dios, viaje hacia el fondo del corazón, la naturaleza, el paisaje…


8 - ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su creación?
        Para escribir es necesario vivir o haber vivido; sin embargo, si vives en exceso y no te paras a reflexionar, el tiempo no da para escribir. Terrible dilema para el que no tengo respuesta.


9 - Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?
         Nunca, al menos de modo consciente.


10 - ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización, cualquier otro complemento)?
     A pesar de haber participado en múltiples recitales poéticos a principios de la década de los 80, no me seducen especialmente. Sé que la poesía nace en la recitación de juglares y trovadores. Sin embargo, creo, con Gil de Biedma, que hoy la poesía se escribe para ser leída en silencio. Cuando la poesía nació, apenas nadie sabía leer, por tanto lo escrito sólo podía llegar al corazón a través del oído. Hoy las cosas han cambiado. En todo caso que haya música, variedad y no mucha extensión, pues un recital de poesía requiere un nivel elevado de concentración, ayudan.


11 – La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
            La única forma de llegar a los demás es responder al mundo que te interpela. Sólo las respuestas personales pueden ayudar a los demás. Escribir para los demás, así, en genérico, en el fondo es no escribir para nadie.


12 – Si te apetece, hazte tú mismo/a esta pregunta final y contéstala (por supuesto).
          ¿La poesía es una pregunta o una respuesta? Lo malo es que aún no tengo solución…, si es que la hay.


3 comentarios:

  1. Gracias, querido Norberto, por haberte acordado de mí ahora que apenas escribo... (Y eso sería algo)

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  2. Da igual si escribes o no, querido Amando. Tus respuestas encierran el poeta que admiro.
    Besos para ti y Norberto.

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  3. Un sentimiento poético-vital nunca es desarraigo. Brotan los árboles en hojas después de meses sin respiración siquiera. y qué frondosidad en plenitud reciben. Se llenan del verdor pasando por polifacéticos silencios.

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