sábado, 14 de marzo de 2020

Lo que opina Javier Díaz Gil

Aquí tenemos las opiniones sobre creación poética de Javier Díaz Gil, de quien podéis conocer más detalles en las siguientes direcciones.
 Sobre su libro "La palabra y la carne"         Recitando el poema "8 de octubre de 2016"  
Entrevista en la revista Monolito                                Currículum poético



1 - ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
       Mi poesía parte de la emoción. Sin esa emoción primera sentida por el poeta creo difícil poder transmitir algo al lector. Luego se sustenta en lo formal, el ritmo, las imágenes, lo narrativo en ocasiones, el símbolo… El poema nace y busca su propia forma de expresión, a veces necesita de una estructura clásica como un soneto, otras, del verso libre, las imágenes surrealistas, los silencios… Surgen espontáneamente, no los provoco.

2 - Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?
        No creo que esté escribiendo siempre el mismo poema. La poesía va unidad irremediablemente a la propia biografía. Nuestra experiencia con el mundo que nos rodea, el compromiso con lo que sucede, nuestras emociones, nuestros estados de ánimo son los que marcan los temas de mi poesía. Lo que sí es cierto es que hay temas recurrentes a los que se regresa siempre en un poema: el amor, el paso del tiempo, la propia palabra poética…

3 - ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores o para ti mismo/a?
        La poesía le sirve al poeta para volcar sus emociones en un papel y es para mí, sobre todo, una forma de conocimiento. En ese sentido, me sirve no tanto como desahogo sino como de reconocimiento interior, de mi relación con el mundo y con los que me rodean. Ese conocimiento no debe ser algo personal, anecdótico, sino universal de modo que el lector se pueda reconocer en tu poema y se vea reflejado en él como en un espejo. El lector no debe salir indiferente de un poema.

4 - ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la totalidad?
        No entiendo como tarea realizar una poesía de la totalidad. Si bien es cierto que ningún tema le es ajeno a la poesía y puede haber poesía en el deporte, en la ciencia, en el paisaje, en el cuerpo y en el espíritu. La poesía está en la mirada del poeta.

5 - Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?
      Si tengo que deshacerme de uno de ellos, podría prescindir del llamado lenguaje poético. Sin musicalidad y sin contenido no existe el poema.

6 - ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?
       En poesía hay una máxima que dice que “menos es más”. A la hora de corregir un poema sucede a menudo que sobran versos que lo que quieres decir ya está dicho y no añade nada más el resto de versos. De todas maneras cada poema busca su propia expresión. A veces se necesita del poema largo, narrativo, para contar algo, otras te basta con la esencialidad, la brevedad de un haiku.
      Por otro lado, no hay que darle el poema “hecho” al lector. El poema debe tener muchas interpretaciones, muchos niveles de lectura. La experiencia del lector completa siempre el poema.

7 - ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la ausencia de monolitos generacionales como los del 98 o 27?
       Sí que la favorece. El que haya un estilo generacional encorseta la poesía e invalida cualquier forma distinta de la establecida. La expresión poética es múltiple y aprendemos, gracias a ello, unos de otros de la forma y del fondo con que se expresan los demás.

8 - ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su creación?
       Creo que el poeta debe vivir, la poesía es siempre consecuencia de la vida. De hecho, me suceden periodos sin escritura y no hay que forzarla. Para mí, forzar un poema significa no ser honesto. Hay que dedicarse a vivir, a estar vigilante y en espera de que surja de nuevo el poema. El poema se alimentará de lo vivido.

9 - Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?
      No es consciente por mi parte, no escribo con un afán pedagógico intentando enseñar algo a los demás. La poesía debe emocionar, debe plantear preguntas, no ofrecer respuestas.

10 - ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización, cualquier otro complemento)?
      Un recital poético tiene como base la propia palabra poética. Y es importante, en primer lugar, saber leer y recitar tu propia poesía. A mí me gusta introducir la lectura del poema poniendo en antecedentes a las personas que te escuchan contando algo del poema. Intento de este modo hacer cómplice al que lo escucha. En una presentación de un libro puedes apoyarte a veces en la música, en la proyección de imágenes… La presentación de un libro tiene un componente de puesta en escena para la que pueden ayudarte todos esos elementos.

11 – La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
       La poesía se escribe primero para uno mismo, es una necesidad de expresión de tu propia emoción. Pero como cualquier mensaje, ésta no tiene sentido si no llega también desde el emisor (el poeta), al receptor (el lector). El poema necesita completar ese ciclo.

12 – Si te apetece, hazte tú mismo/a esta pregunta final y contéstala (por supuesto).
       No sabría qué preguntarme, pero sí añadiré lo importante que es para mí el contacto con otros escritores, a través de Tertulias, Festivales, Foros en Internet… Escribir y compartirlo con gente que tiene criterio para ayudarte a mejorar, a corregirte, a aprender en definitiva. El poeta no es un ermitaño, en el siglo XXI es un ser social conectado con el mundo. Sin la vida, sin esa interrelación no hay poesía.

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