miércoles, 13 de febrero de 2019

Lo que opina José María Herranz

Aquí tenéis las opiniones de José María Herranz, junto con estas direcciones donde podréis conocer más datos de su quehacer poético.



1 - ¿Cómo definirías tu poesía? ¿En qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son provocados?

     Mi poesía –tomo prestadas las valoraciones de algunos críticos de mi entorno literario, así como apreciaciones personales- podría decirse que es surrealista, barroca, social, órfica, metafísica, mística, sincrética en cuanto a las tradiciones espirituales, sexual –en el sentido sacro y pagano del término-, y con cierta influencia contracultural.
El paso de los años ha decantado mi estilo, pero la rebeldía, lo social y lo espiritual creo que la impregnan profundamente.
En mi caso, temática y estilo surgen espontáneamente, si bien es cierto que a veces escribo “de encargo” y las composiciones resultantes suelen agradarme bastante.

2 - Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?

     Creo que el poeta lo es a su pesar, de forma inevitable, ya que tiene el don de la palabra, de la voz. Se trata de una necesidad casi orgánica de transmitir la voz. Claro está que existe una evolución, y el oficio, las lecturas, la propia formación cultural, y la propia vida conforman un estilo en el poeta. Lo que sucede es que el estilo –la voz propia- generalmente tarda en formarse, pero una vez definida suele permanecer, como un marchamo de autenticidad. Creo que la obra literaria de un escritor, a lo largo del tiempo, evoluciona y atraviesa diferentes fases. En mi caso, no siempre escribo el mismo poema, tengo libros muy dispares. Pero sí es cierto que existen poetas que escriben o reelaboran siempre el mismo poema. Lo observo especialmente en bastantes autores multipremiados.

3 - ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores o para ti mismo/a?

      Creo que la poesía auténtica es un buen modo de conocimiento, y por tanto puede servir de terapia, por supuesto, para uno mismo y para los demás. Para mí mismo está clarísimo, aunque no siempre cumple esa función.
     Quizá la cumplía cuando era más joven e inmaduro, y sufría más, ahora no tanto. Yo aprendo mucho de los grandes poetas: me calman y aportan serenidad y lucidez a mi vida, a mi conciencia.

4 - ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la totalidad?

     Creo que los grandes poetas lo han intentado siempre. La poesía es una explicación de lo inexplicable del mundo, y por ende de esa totalidad que el ser humano, en su sed de respuestas, siempre quiere colmar. Otra cosa distinta es que con nuestra modesta obra, los poetas en general lo consigamos. Los y las grandes maestros-as se han acercado bastante.

5 - Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?

     Creo que de ninguno de esos pilares puede deshacerse un buen poema, nunca. Otra cosa es que por afán de experimentación, radicalmente se trabaje solo con alguno o algunos de dichos elementos, como han hecho estupendamente algunos poetas de las vanguardias u otros informalistas como Juan Eduardo Cirlot. Sin musicalidad no hay poema, y para ello no es necesaria la rima, la música se puede construir con el propio verso libre y el lenguaje. Cierto es que el metro ayuda a construir el ritmo, pero también puede hacerlo el verso libre, aunque es mucho más complicado lograrlo. Sin contenido en el poema no se va a ningún sitio, por otro lado. Y el lenguaje es básico en el poema, la materia verbal son los ladrillos del poema, lo que crea en los versos las imágenes, la reflexión y el pensamiento.

6 - ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?

     El que un poema sea sencillo o no, depende del propio poema, no es paradigma de nada. El que sea sencillo o complicado es lo de menos, lo importante es la calidad del propio poema y lo que suscita en el lector, en el receptor del mismo. La poesía exige un esfuerzo en el lector, para su correcto entendimiento y disfrute. No se le puede pedir a un poeta que sea fácil para que los lectores lo entiendan. El vulgo quiere las cosas fáciles, que le den todo mascado. Para eso ya está el entretenimiento, los medios, etc., que destruyen conciencias y las aplanan. La poesía es la vanguardia del lenguaje y el pensamiento, un lugar de resistencia. Hay que esforzarse en la lectura de la poesía: aislarse del ruido exterior (que nos aturde, hoy en día más que nunca), abandonarse al poema en sí y dejarse impregnar por las imágenes y el espíritu de lo que quiere decirnos. No hacer eso es no entender nada acerca de la poesía, pero se trata de esforzarse para tener una mayor conciencia. Otra cosa es la poesía “popular” o fácil de digerir, cuya manifestación principal son las canciones pop malas o facilonas, que generalmente hablan de amor, y con el cual el público más sencillo se puede identificar. Eso también es poesía, pero otro tipo de poesía.
Respecto a la longitud del poema, creo que no tiene relación con su calidad. Puede haber poemas largos y otros cortos maravillosos e intensos. Ahora bien, es mucho más difícil escribir buenos poemas cortos que largos, por lo menos a mí me cuesta mucho más, ya que es muy delgada la línea que separa la concisión y exactitud de la falta de recursos o ideas.

7 - ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?

     Es que el momento actual es muy diferente al de entonces. Vivimos en una sociedad del espectáculo (Guy Debord), en una dictadura económica y política, en un sistema super-informado lleno de basura, mentiras, noticias falsas en la prensa, en las redes, en internet, un inmenso basural lleno de ruido en el que existen algunos diamantes y piedras preciosas que son difíciles de encontrar, porque la figura del maestro-a ha sido destruida, y los pocos que quedan son difíciles de hallar porque el sistema educativo se ha ocupado de destruir la paideia, la educación. Es patética la falta de referencias y maestros que la mayoría de los poetas jóvenes afrontan. La relación maestro-discípulo o aprendiz es consustancial a la humanidad, y el sistema en que vivimos la ha destruido, para nuestra desgracia. Una consecuencia es que un buen número de poetas jóvenes carecen de referencias, solo se tienen a sí mismos y algunas otras referencias generacionales; pero generalmente carecen por completo de formación y de lecturas. Y la época actual (prisas, ruido, precariedad, egolatría, tecnología adictiva) no favorece en absoluto la construcción de una buena poesía.

8 - ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su creación?

     Un poeta –y creo que en general cualquier artista- debe, en primer lugar, vivir, con intensidad e integridad. La propia vida es la fuente de la escritura, generalmente. La escritura siempre es –o debería ser- comprometida, en ese sentido. La buena poesía es siempre de calidad, y honesta, por el mismo motivo. El arte nunca es una elucubración abstracta de la mente. El poeta siempre es guiado por la voz, la voz está inserta en la vida, en la naturaleza.

9 - Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?

     Yo creo que nunca hay afán pedagógico en lo que escribo. Las lecciones puede sacarlas el lector. Yo soy poeta, y por tanto solo transmito el poema, su verdad. No pretendo enseñar nada, solo manifiesto lo real, lo invisible.

10 - ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización, cualquier otro complemento)?

     La poesía es un lenguaje denso, intenso, requiere gran concentración del lector, del oyente en un recital. Por lo tanto, los recitales poéticos deben ser breves, máximo 30 ó 45 minutos. Preferentemente solo voz, sin música, aunque este complemento puede ser válido a bajo volumen, muy en segundo plano. Lo que sí funciona, entre poemas, es alguna actuación breve musical, de danza, o de otro medio de expresión. Siempre adecuado al tipo de recital, claro. Y es importantísima la labor del rapsoda que recite el poema. No todos los poetas son capaces de leer y recitar bien, de hecho destrozan sus poemas al leerlos.

11 – La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.

        Creo que se escribe por necesidad, para uno mismo, sin otro afán que el de sacarlo fuera. Una vez creado el poema, el relato, ya no pertenece a uno mismo. Es para disfrute de todos.

12 – Si te apetece, hazte tú mismo/a esta pregunta final y contéstala (por supuesto).

    La respuesta la di en el punto anterior. Si hablamos de una recomendación a los jóvenes –y no tan jóvenes- poetas les diría que viviesen con intensidad y leyesen a buenos maestros-as, y estuviesen abiertos a otras formas de expresión artística. También, que no perdieran la curiosidad por todo lo que nos rodea, el candor y la bondad.



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