Felipe Benitez Reyes ha accedido a responder nuestro cuestionario. Además de sus respuestas podéis ver aquí varias direcciones que informan de su intensa actividad poética y literaria.
1. ¿Cómo
definirías tu poesía?
Creo que
la poesía se define en los poemas, de modo que se trataría de una
definición variable.
2. ¿En
qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son
provocados?
Se supone
que hay un cupo de elección y otro cupo de fatalidad. Una voluntad
de actuación estilística en combinación con unas limitaciones
estilísticas, supongo. En esto, todo el mundo es irremediablemente
el que es, y casi nunca se es gran cosa.
3. Así
como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el
mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está
elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?
Esas son
cosas que se dicen, pero que no suelen ser del todo verdad, o al
menos no del todo exactas. Un poeta de 20 años no escribe el mismo
poema que ese mismo poeta cuando tiene 50. Aparte de que en todo
escritor se produce una evolución, tanto literaria como personal, lo
normal es que cada poema se plantee como una experiencia diferente,
aunque es cierto que hay marcas de estilo que pueden ser invariables,
y a eso solemos llamarlo, con algo de pomposidad y otro algo de
optimismo, “una voz propia”.
4. ¿En
qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para
tus lectores o para ti mismo?
El
entendimiento de la poesía como elemento terapéutico suele estar
ligado a la adolescencia. Antes que otra cosa, la poesía es
literatura, no medicina alternativa.
5. ¿En
qué modo el poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la
totalidad?
No sé
qué es “poesía de la totalidad”. Me conformo con que sea
parcial. Catas selectivas en la realidad, por decirlo de alguna
manera.
6.
Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál
de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así
seguir teniendo calidad?
No sé.
Un poema se compone de muchos elementos, aparte de esos tres que
usted cita, y , de antemano, todos son tan imprescindibles como
prescindibles.
7. ¿Hasta
qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es
el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor
peso posible, a la hora de interpretarlo?
Tampoco
hay que obligar al lector a trabajar más de la cuenta. Un poema
puede admitir muchas interpretaciones, pero le conviene ser
explícito. No se trata de un acertijo con solución a la carta.
8.
¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la
ausencia de monolitos generacionales como los del 98 o 27?
Lamento
no tener ni idea, aunque sospecho que variedad ha habido en todas las
épocas. La impresión de homogeneidad la da la perspectiva
histórica. Todo presente es poliédrico.
9. ¿En
qué proporción el poeta debe vivir, más que escribir, o viceversa,
para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su
creación?
Pues
supongo que dependerá del caso y de qué entendamos por “vivir”.
10.
Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?
Me temo
que ese afán está el último en mi lista de afanes. Cuando escribo
un poema sólo procuro escribir un poema. Las derivaciones ya no son
cosa mía.
11. ¿Cuál
crees que es la clave para hacer que un recital poético sea
atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de
poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización,
cualquier otro complemento)?
Si le soy
sincero, no hay cosa que me resulte más tediosa que esos recitales
poéticos, ya sea como recitador o como oyente.
12. La
famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
No estoy
seguro, pero creo que lo más prudente es escribir para nadie, porque
de ese modo escribes potencialmente para todo el mundo.
Respuestas breves pero siempre interesante, sin duda. Felipe Benitez Reyes es un autentico maestro.
ResponderEliminarEste hombre no me defrauda ni en las entrevistas cortas; cauto y certero, a mi parecer, no se ha privado siquiera de la sinceridad para saldar temas que otros hubieran usado como trampolín al guitarreo metafísico.
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