lunes, 18 de junio de 2018

Lo que opina José Manuel Lucía Megías

Aquí podéis ver información sobre José Manuel Lucía Megías



1 - ¿Cómo definirías tu poesía?

Si tuviera que hablar de mi poesía, lo que siempre es difícil –por no decir imposible-, antes que definirla quisiera intentar comprenderla. Mi poesía de arrebato y de comunicación, con la vida y con el tiempo que me ha tocado vivir. Una poesía que dialoga con mis lecturas y con las conversaciones que escucho en el bar, con las esquinas de los amigos y los abismos de otros tiempos. En la poesía encuentro un espacio único de comunicación con el que intento poner voz a lo que me impresiona y me hace explotar, a lo que me conmueve y a lo que quiero denunciar. Una poesía de la experiencia –como la de todo poeta- que intenta insertarse en el músculo de la conciencia de la sociedad.
¿En qué proporción su temática y estilo surgen espontáneamente o son provocados?
Siempre ha sido espontáneo. Siempre. Hay un estilo en que me siento cómodo, quizás demasiado cómodo, el del versículo dialéctico, en que los pensamientos se van abriendo paso por medio de imágenes… por eso, me obliga en muchas ocasiones a salir de mi zona de confort y adentrarme con estrofas regulares, con versos cortos… Pero no es algo premeditado: me surge así. Lo necesito de este modo.


2 - Así como los pintores de larga trayectoria se dice que pintan siempre el mismo cuadro ¿Crees que el poeta que escribe habitualmente está elaborando siempre el mismo poema? ¿Cuál es tu caso?

No es mi caso. Con diez libros a mis espaldas y una vida escribiendo versos, con más de 600 páginas de unas “obras reunidas”, El único silencio (Sial/Pigmalión 2017)  que dejaron fuera dos libros, uno ya publicado (Los últimos días de Trotsky, Calambur, 2015) y otro que se ha publicado este año (Versos que un día escribí desnudo, Bala perdida, 2018), me doy cuenta de que cada libro es una apuesta y un desafío. Me busco diferente, me necesito diferente en los temas, en las imágenes, en los metros. Lo que sí que he notado, en esta lectura completa de mi obra publicada y las decenas de inéditos que he incorporado, es que mi poesía tiende hacia la desnudez… me voy despojando de la metáfora surrealista para acercarme a las imágenes más cotidianas, a la poesía más natural y pura.

3 - ¿En qué modo crees que tu poesía sirve o puede servir como terapia para tus lectores o para ti mismo/a?

No me gusta el concepto de terapia relacionada con la lectura, ya sea de poesía o de otro género. Una va a terapia porque tiene un problema que ha de solucionar, y para eso están los especialistas. Para mí la literatura en general y la poesía en particular forman parte de mi vida, de la vida de todos nosotros. Y ese es mi sueño, que la literatura forme parte, de nuevo, de nuestra forma de comunicarnos con el mundo, de entender o de desafiar el mundo: nuestro pequeño mundo personal o el mundo social y político que nos rodea.


4 - ¿En qué modo el/la poeta debe, o no, tender a elaborar una poesía de la totalidad?

Toda poesía es de la totalidad en cuanto que forma parte de este total que es la vida… no hace falta hablar del cosmos para ser total y acercarse a lo total… una poesía sobre un beso, sobre el intento de un beso, sobre el recuerdo de un beso, sobre la añoranza del intento de un beso… todo es también poesía de la totalidad.


5 - Musicalidad (con o sin rima), contenido, lenguaje poético: ¿de cuál de estos tres pilares podría deshacerse un poema e incluso así, seguir teniendo calidad?

De ninguno… precisamente eso es la poesía: una comunicación que se adentra en lo más profundo de la existencia con sus grandes armas: la musicalidad y las imágenes.


6 - ¿Hasta qué punto es deseable que un poema sea sencillo, desnudo, corto? ¿Es el paradigma del buen poema, conseguir delegar en el lector el mayor peso posible, a la hora de interpretarlo?

¿Es que tiene que haber un único modelo de poema, de lector, de poesía, de momento de lectura o de creación? ¿Por qué es necesario pensar que algo (el verso libre) tiene que existir en oposición a otro (el verso regular)? Somos y luego escribimos. Somos y luego leemos. Y somos todos uno.


7 - ¿Favorece a la poesía actual la gran variedad de temáticas y la ausencia de monolitos generacionales como los del 89 o 27?

Las generaciones, la del 98, la del 27, la del 50, la de los Novísimos son inventos críticos. La variedad de temáticas y de voces siempre ha existido. Con el tiempo, veremos lo que queda de nuestro tiempo, si es tiempo de generaciones o de silencios.


8 - ¿En qué proporción el/la poeta deben vivir, más que escribir, o viceversa, para alcanzar un nivel elevado de calidad y honestidad en su creación?

Escribir es vivir decía José Luis Sampedro. Y me parece que es la mejor manera de entender la creación y la vida.


9 - Cuando creas poemas, ¿en qué medida lo haces con afán pedagógico?

Nunca. Ni se me ocurre ni creo que la poesía tenga esa función. La buena poesía, claro.


10 - ¿Cuál crees que es la clave para hacer que un recital poético sea atrayente (Música durante la recitación o entre poemas, cantidad de poemas a leer, número de presentadores o lectores, temporalización, cualquier otro complemento)?

Vivo en una contradicción: defiendo la poesía como comunicación pero cada vez me gustan menos los recitales poéticos, los festivales poéticos, los bares poéticos… creo que se está desvirtuando la lectura y la vida poética y se está escorando hacia el espectáculo, que es uno de los grandes problemas y peligros de la cultura actual, que se considera que solo la cultura que llega a la gente es la que da espectáculo… ¿Recitar ante miles de personas en un escenario con cámaras que te multiplican a millones de personas hace que tu poesía sea más directa, necesaria? Estamos acostumbrados a que la diversión, el entretenimiento sea un criterio esencial para valorar la cultura. ¡Qué gran error! Y creo que con los recitales poéticos estamos alimentando a la bestia.


11 – La famosa pregunta de escribir para uno mismo y/o para los demás.
Para los demás, siempre para los demás… incluso para ese yo que ya no somos nosotros, que siempre es otro.

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